sábado, 11 de junio de 2016

Silencio

Silencio gritaba mi voz entre palabra y palabra. Silencio por mí, silencio por vos. Silencio que no me deja conjurar vocablos.
Has hablado demasiado,pero muchas veces sin decir nada. ¡Callad!, no hay nada que decir cuando una alma está fracturada. O quizá no pida silencio, si no más bien palabras, palabras que he leído, lectura que reconforta el alma, pero  ¿dónde quedarán esas palabras cuando el otoño haga caer las hojas?, ¿dónde quedará todo cuando el sol se ponga?
El tiempo, sólo él tiene la respuesta, su paso lento e imparable hace que cada momento siga el anterior. Eso necesito, vivir el tiempo que me lleve de un suspiro al siguiente. Sentir la brisa como acaricia mis mejillas, sentir como un bálsamo cura mis heridas.

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